Los almacenes externos son cada vez una opción más recurrente para las empresas. Estos cumplen una función importante hoy en día: guardar mercancías de negocios que no tienen depósito propio. Así, estos edificios acaban con todo tipo de objetos de diferentes orígenes. ¿Cuáles son los artículos más propensos a terminar en estos edificios?

Las mercancías que acaban en un almacén externo

Estos almacenes pueden dedicarse al transporte nacional o al transporte internacional, todo depende del alcance de la tienda que los utilice. Una de las mercancías más frecuentes son los componentes de electrónica, los cuales van desde piezas de un ordenador hasta aparatos ya montados. Estos negocios se benefician de la rotación de los propios productos, los cuales son recibidos en el almacén y enviados al cliente en poco tiempo.

La ropa también destaca. Hay muchos comercios electrónicos que se dedican a vender todo tipo de prendas, sean propias o de otros. Por regla general, no necesitan un almacén propio, por los gastos que supone, para gestionar los pedidos y realizar los envíos.

Los muebles es otro tipo de producto propenso a acabar en estos espacios. Es indispensable un transporte ágil en este caso, ya que los clientes pueden necesitar con urgencia un nuevo sofá o una cama. Así, cuando disponemos de un almacén externo, podemos garantizar que el proceso de entrega es el más ágil. Al fin y al cabo, estamos apoyados por profesionales que dominan esta materia.

Por último, el material médico es de los más importantes. Este tipo de producto necesita unas condiciones de transporte y almacenamiento determinadas. Por ejemplo, las vacunas deben permanecer a una temperatura concreta para que no se estropeen. De esta forma, contar con profesionales manejando esta parte de la cadena de suministro garantiza que no se den problemas graves, algo en situaciones especialmente delicadas como la pandemia global del coronavirus.

A la hora de seleccionar una empresa donde almacenar  sus productos es importante verificar que cuenten con servicios de transporte urgente. De este modo, los productos que compren los clientes podrán ser enviados de inmediato.

¿Qué aporta un almacén externo?

La principal ventaja que vamos a recibir es una alta rotación de los productos. El tiempo entre la recepción y el envío al cliente es muy corto, justo lo que necesita una tienda electrónica para garantizar la satisfacción de sus compradores. Por otro lado, se dispone de un espacio de almacenamiento adecuado a su necesidad y que no supondrá un elevado gasto de mantenimiento.

La seguridad también se ve potenciada. Un almacén externo cuenta con diferentes medidas, tanto electrónicas como humanas, para evitar cualquier robo. Esto se extiende a los transportes. Precisamente, estos almacenes proveen de transporte final del producto y garantizan un stock de seguridad en para evitar pérdidas.

En definitiva, el transporte urgente es de gran ayuda para un almacén logístico en Bilbao. Gracias a los servicios que presta el comercio electrónico puede prosperar y satisfacer las necesidades de sus clientes. Sea para realizar un envío de mensajería o de productos médicos, se conseguirán los mejores resultados.